La parcela en la que se sitúa el nuevo edificio de bachillerato del colegio Oak House School en Barcelona, de más de 1.500 m2, está cargado de sentido paisajístico y refleja los valores de la propia comunidad. Es por ello que una de las principales misiones del proyecto, según Trasbordo Arquitectura, ha sido escuchar ese sentido y conservar esos valores.
“A lo largo de la historia de la humanidad, se han otorgado diferentes significados a esta expresión, genius loci, que refleja la necesidad del hombre de entender algo más que una presencia y morfología en los lugares” explican los arquitectos Justo Orgaz e Ignacio Capapé. El proyecto encuentra su forma en el lugar en el que se implanta. Así, se han diseñado diferentes estrategias aunadas en una única forma debido a la acotada área de movimiento, por parámetros urbanísticos, elementos naturales e infraestructuras urbanas.
La fragmentación del edificio en dos volúmenes responde a la necesidad de aportar iluminación y ventilación naturales a la mayor cantidad de superficie de fachada. La disposición de estos volúmenes responde a la exposición al sur de la mayor parte de la envolvente vertical. Su ubicación, a la conservación del espacio de recreo de la villa original: el denominado french garden.
El edificio cuenta con ventanas practicables de la serie Soleal 55 de Technal, que aportan un óptimo confort al interior de los espacios, tanto térmico como acústico. Y se combinaron con la serie Óptica en la franja intermedia transparente, que con su marco oculto se integra perfectamente con la estructura metálica vista, y permite ganar mayor dimensión a la superficie acristalada.